miércoles, 11 de enero de 2012

Delirios

Pongamos que existe un plural
mayestático y distinto,
un quizás
de tal vez
y ojalas…
en anhelo
condicional continuo;
Pongamos
que el derecho a delirar
es igual
al derecho a estar vivo,
que se revaloriza volar,
que no caduca
ser un niño;
Pongamos que viviendo en los demás
somos habitantes de uno mismo.

Pongamos
que no hay un final
que sólo somos vida en el camino,
horizonte transversal,
improvisación,
derribo,
la firma que nunca sale igual
la voz que ve
desde todos los sitios.

Pongamos que ya no vale ganar,
que se condena el beneficio,
que el papel
sólo sirve pa fumar,
para tejer en los libros…
Y deudas
y banderas
a quemar,
al museo del genocidio…
pongamos que hay parón
y marcha atrás:
y damos otro pasito.

Pongamos
que se pasa de moda el miedo,
que sólo hay prima de rebeldía,
que se caen
anillos y complejos
y en su vejez
se derrite la envidia,
y se da
a cada segundo un ministerio
a cada techo
su familia;
a cada fracaso,
mil y un vuelos;
a cada dios,
su despedida.

Pongamos que despertamos
y somos
lo que reza la teoría:
una conciencia a tiempo completo,
un diapasón
en la desidia,
un enhebrar de sueños locos
que corren,
saltan,
tropiezan
y giran,
que van hurgando
pozo a pozo
unos ojillos donde secar las heridas.

Pongamos que todo es posible,
que una verdad
suele sumar varias mentiras;
sí,
seremos un juguete roto,
pero es el mundo quién nos tira….
que se joda,
que nos deje solos,
que se siga mareando en su inmundicia…
Somos hijos de un gran caos,
al noventa y nueve por ciento rendija:
Somos calor,
somos sol,
somos brisa…
El ensayo que parte del error:
la armonía.

¿Y ellos?
Que sigan…
Que pongan el odio,
las murallas,
la ceniza,
que cieguen sus oídos sordos,
que revienten
en su codicia.
Desnudos
en su fe de lobos,
en su vocación caníbal;
Esta soga
somos todos,
un molotov de bienvenida:
el albor
de las candelas,
la suma que siempre multiplica,
la resaca
de la siguiente ola,
la caricia,
el murmullo
que no cesa,
vuestra puta
pesadilla.

Y regalamos horas
lo bonito se fragua al tiempo,
la luz suma color
al olor
del fuego lento,
al candil
de las personas,
de jugar de verso a verbo,
que lindo
es desnudarse
cuando nos vamos sintiendo…
Y qué más da
otra derrota
si ya sabe todo a infierno,
el futuro pa la Historia,
ya nos dirá
si fuimos buenos;
si somos
primavera
o el delirio de un gran sueño.